El cacao.
Muchas investigaciones pueden sustentar el valor del cacao en la historia de America y en las relaciones entre el viejo y el nuevo mundo, desde y después de la conquista, en especial su transformación simbólica de "bebida de los dioses", a materia prima de exportación para el desarrollo gastronómico y crecimiento de la industria alimentaria en algunos países de Europa que recibieron el cacao como una nueva fuente de inspiración culinaria.
Hoy, el cacao se cultiva principalmente en Centro y Sur América, Islas del Caribe y Africa, en donde especialmente se registra un 70% de la producción mundial, http://www.pazdesdelabase.org/pdf/chocaguan/publicaciones/cultivo.pdf .
En Colombia, el departamento de Santander genera actualmente el 46% de la producción del país. Sin embargo, se registra una drástica disminución de la producción nacional desde finales de los 90, afectándose seriamente la capacidad de surtir el consumo nacional. Hasta el año pasado, Colombia pasó de ser un país productor de cacao a ser un país importador de la semilla. Los cambios ambientales que soporta hoy el planeta, con el aumento de las lluvias y el exceso de humedad, facilitan la proliferación de plagas de difícil manejo, así como la afectación directa de la floración de las plantas.
El cacao está presente sin embargo en la historia de nuestras vidas, como parte de los momentos mas cálidos de convivencia familiar y filial en nuestras sociedades. Para mí, el gusto por el cacao constituye uno de los principales recuerdos de conexión con mi bisabuelo, Domingo López, quién cada mañana y cada tarde era servido con una gran taza de dos asas llena de cacao hecho en agua de panela. Sin azúcar y sin leche, con el dulzor de la panela, su aroma y la posibilidad de abrazarlo con las dos manos, era la delicia para iniciar o terminar el día.
Actualmente se suman variados esfuerzos institucionales por promover, mejorar y aumentar el cultivo del cacaotero en el país; pero el cacao es una planta de tardío rendimiento. Esto sumado a las grandes limitaciones económicas que sufre el campesinado colombiano, desestimulan significativamente su permanencia en las huertas familiares.
Por hoy, comenzaremos el recorrido con una rica tarta de chocolate para merendar con los amigos. Aunque no se puede abrazar como una taza de chocolate caliente, si permite disfrutar de una porción significativa de su sabor.
Ingredientes:
10 porciones
250 gr de
chocolate negro en trocitos
1 taza de
mantequilla sin sal en trocitos (225 gr)
Media taza de azúcar
granulada
2 cucharadas de
cognac o licor de naranja
5 huevos
1 cucharada de
harina
Azúcar glass para
espolvorear
Procedimiento
1. Precalentar el horno a 180º C. Engrasar un
molde desmontable de 23 x 5 cms, para tartas. Envolver los bordes con papel de
aluminio para evitar que entre agua a la tarta durante su cocción al baño maría en el horno.
2. En un recipiente fundir a fuego lento el
chocolate, la mantequilla y el azúcar, removiendo constantemente hasta obtener
una crema de consistencia suave. Retirar del fuego, enfriar ligeramente, añadir
el licor y mezclar bien.
3. Aparte, en un recipiente batir los huevos
durante un minuto. Incorporar la harina y luego la crema de chocolate. Mezclar
bien.
4. Introducir la mezcla en la tartera engrasada
y empapelada.
5. Colocar la tartera en un recipiente al baño
María en el horno por cerca de 25 – 30 minutos.
6. Dejar enfriar y desmoldar. Dejar en reposo
hasta que este completamente fría. Es una tarta delgada y consistente, no es esponjosa.
7. Espolvorear con azúcar glas.
En la foto puedes observar que el azucar glas fue absorbido en gran parte; ésto sucedió por que la tarta aún estaba caliente. Puedes utilizar una placa para stencil y de ésta manera hacer formas bonitas con el azúcar.
Hummm quie delicia!!!
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